sábado, 16 de junio de 2012

Desde Montánchez, La fuerza y las armas rompen la democracia.


El fenómeno del maquis se acuñó, como moneda de valor, en la guerra civil española y durante la resistencia francesa contra el ejército invasor de Hitler. Eran guerrilleros antifascistas que se echaban al monte en defensa de sus ideales y se confundían en la maquia del paisaje. La televisión me proporcionó ayer una imagen de nuevos maquis. Los maquis negros de la minería que se muere y a la que nadie presta ayuda. Impactaba. Ver a esos hombres cortando carreteras, incendiando neumáticos, arrancando quitamiedos o lanzando cohetes de fabricación casera, era impresionante.


Picadores de carbón estremecidos por la negritud de su presente. Marcha negra en una España lívida de miedo propio y pálido de vergüenza ajena. Camino a ninguna parte. El romanticismo de la cita con el rey ha dejado de vender titulares. Desde el norte al sur, desde León a Huelva, la mina padece el cáncer de la especulación. Los planes de viabilidad económica duermen el sueño mísero de los cajones a la espera de que algunos explotadores de la sociedad consientan emprender una actividad condenada a la clausura en pocos años. O subvención o nada. Nada. La amenaza no alivia los males ni crea prosperidad. Si acaso extiende pobrezas.

Los mineros de Asturias no sufren más que los de Andalucía o que los de Aragón. La violencia del alma no se debe trasladar al cuerpo. Los ataques físicos, e incluso los verbales, son reprobables. El respeto preside las relaciones humanas y si faltare, las leyes son la continuidad de la moral. Si algunos quieren reeditar la revolución asturiana del siglo pasado, han elegido mal el camino. La ciudadanía confía en soluciones y desespera de problemas añadidos a los que ya les oprimen. Los trabajadores de la mina tienen todo el derecho del mundo a la protesta y a la reivindicación. Faltara más. Lo que sobra, sin embargo, es el combate, la lucha encarnizada, la subversión del orden constitucional. No son los maquis que camuflan el negro del mineral en la noche. No son guerrilleros que se enfrentan al fascio ni a la dictadura. Son trabajadores que no se resignan a vivir en la deslizante realidad que les ha tocado vivir.

Marchen, compañeros de la mina, marchen. Desplieguen las banderas de la libertad democrática. Defiendan sus derechos con firmeza y denuedo. Con violencia, no. Si las guerrillas urbanas o montescas reaparecen en la España de hoy, las víctimas van a ser, además de otras, muy numerosas.

Por cierto, el Decreto del carbón no ha sido publicado por el Gobierno del PP. Fue cosa de Zapatero y de su gabinete. La herencia envenenada que aceptó Rajoy incluía un componente de grisú capaz de provocar explosiones gravísimas. La cosa está demasiado mal como para que algunos se tomen la justicia por su mano y crean que la Guardia Civil son las milicias golpistas. Ya les digo: mineros, sí; maquis, no.


Desde Montánchez,Una historia corta, pero enternecedora.


Es un antojo, me encanto. Esta historia, por mis razones.  Nadie queremos problemas, pero nadie, pero el problema no se elige ¿verdad que no?  Sigo con esta historia.   Un señor mayor está en la consulta para quitarse dos puntitos en un dedo de la mano, nervioso por su prisa, pregunta al ats, ¿cuánto tiempo me falta? Tengo prisa me espera mi señora  en la residencia para desayunar, ella tiene alzhéimer, a lo cual le dice, ¿pero te conoce?, el señor dice no, pero yo a ella sí.


Está historia procede. 


martes, 12 de junio de 2012

Desde Montánchez, ZAPATERO Y JUEZ


El affaire Dívar provocará ondas expansivas de presumible respuesta. Los psoecialistas se creen que todo el monte es orégano. La bula acusatoria se vuelve contra los privilegiados y el efecto boomerang ha dejado numerosos lisiados por causa del exceso de confianza.


Un juez de Madrid ha admitido a trámite una denuncia contra Zapatero y Salgado y ha abierto diligencias previas. De Islandia a España, tantas diferencias y algunas realizaciones en común. La crisis va a hermanar a los que fueron primeros ministros de ambos países, Haarde y ZP. Hermanados en las querellas, emparentados por las causas de las mismas y afectados por la analogía de su horripilante política.

Los presuntos delitos se concretan en falsedad de documento público y en daños a la economía nacional. A simple vista, ambos hechos son legibles en cualquier hemeroteca y audiovisualizables en cientos de videos de telenoticias. Desde una perspectiva jurídica, su consideración como delitos es otro cantar. La lectura de dichas actuaciones como irresponsables sí se adentra en un marco más estricto. Dívar pudo gastarse unos cuantos miles en Marbella y librarse de procesamiento por la sencilla razón de que si sus vacaciones en el mar no estaban prohibidas y se movía en el seno de la regulación en blanco de la dación de cuentas, el gasto no entra en el tipo penal ni siquiera en el de infracción administrativa. Lo cual no le exime del fango de la moralidad personal, de un lado, y de la ética presidencial inherente al ejercicio de tan elevado cargo institucional, por otro


A Zapatero puede serle aplicable lo anterior. Aplicable, salvo que se demuestre la existencia de “animus defraudandi”. Lo cual está por ver y será bien difícil de demostrar a poco que la defensa airee los centenares de criterios divergentes de economistas eximios.

Por esta razón, las herencias políticas pueden ser bombas de relojería que estallan con efecto retardado. Resulta difícil mantener eternamente una mentira. Este principio se proyecta a Rajoy como afecta a cualesquiera responsables de cargos públicos que aceptan el barro de sus antecesores como un chaleco de lastre. Y no es así.

Si en un órgano ejecutivo o consultivo, de naturaleza vinculante, o no, pero que pudiera quebrantar la ley y perjudicar a terceros, los miembros de ese Consejo no se oponen y así lo hacen constar, adquieren la misma responsabilidad que aquellos que secundaron la propuesta ilícita.

Zapatero deberá defenderse ante la jurisdicción. Esperemos que lo haga mejor que ante el cuerpo electoral. Al fin y al cabo, el pobre no dio más de sí ni se puede estirar su capacidad de decir la verdad. Va con el partido. El suyo.

lunes, 11 de junio de 2012

Desde Montánchez,A estas alturas, no sabe uno donde tiene la Derecha ni la Izquierda.


De pillos y Sinvergüenzas
El  agujero, más bien fosa marina, del sistema financiero español es de tal envergadura que  ni siquiera se ha podido llegar a su fondo y muchos consideran que en la UE no hay botellas de oxígeno ni para aproximarse a semejante profundidad. Si Botín lo estimó en 40.000 millones, el PP europeo lo eleva a un indeterminado “entre 80.000 y 100.000 millones”, pero no faltan analistas que lo sitúan en 60.000 millones y otros llegan a los 110.000 millones. Algunos medios extranjeros consideran que los 240.000 millones del fondo europeo son insuficientes para sanear los descosidos de nuestros bancos y cajas. Lo que se sabe de cierto es que no se sabe nada, porque, hasta ayer mismo, bancos y cajas que declararon  beneficios tienen unos agujeros que necesitan muchos sacos de millones para poder taponarlos.

Pero lo más chungo es que además de no saber, tampoco quieren que se sepa, porque en el Congreso de los Diputados han vetado las comparecencias de Fernández Ordóñez y Rodrigo Rato porque… ¿Es que no tienen nada que decir o es que no interesa que digan nada de lo que tienen que decir? Mejor el silencio y la opacidad a que se sepa quienes son los “vitocorleones”  que con una mano acariciaban la gata y con la otra nos vaciaban el bolsillo. Se niega la comparecencia  a los que deben saberlo todo, pero pretenden entretener al personal con comparecientes secundarios, teloneros, que apenas tienen algo que decir y que a nadie le interesa un comino lo que digan. Eso sí, mientras se vota una cosa, que es lo realmente efectivo, se defiende la contraria, porque Mariano Rajoy dice ser partidario de que se investigue todo lo sucedido… pero no ahora. Como diría José Mota: “Mejor, si eso, mañaaaaana”.

A los niños hay que protegerlos y por eso no quieren que sepamos nada sobre el misterio de una entidad,  -¿bankiababá?-que tuvo la desfachatez de declarar un beneficio de casi 500 millones de euros, donde había pérdidas superiores a los 3000 millones, que sumadas a otras perdidas y a otras y a otras, alcanzan los 23.000 millones que ahora debemos pagar a escote entre todos, mientras que  los que falsearon las cuentas o hicieron desaparecer el dinero pueden descojonarse de risa con los 14 millones que, por sus servicios, le pagaremos de indemnización.  No dejo de preguntarme qué pensarán algunos de mis ex alumnos, que cumplen condena de ocho años de cárcel por llevarse 3000 euros en el atraco a una entidad bancaria. Claro, que para cara la que deben tener los desahuciados por Bankia, que ahora, además, deben poner unos euros para reflotar la entidad que los arruinó y los dejó en la calle.

Y mientras tanto Montoro (¡qué decepción la de este hombre!), de espaldas a De Guindos y con los brazos en cruz, como el Cristo de Corcovado, anunciando la llegada a España de “los hombres de negro” para verificar la salud de nuestro sistema.  ¿40.000 o 110.000 millones? ¡Pero si en Extremadura no sabemos si en Educación son 450 o 1000 los interinos que se van a despedir!

lunes, 4 de junio de 2012

Desde Montánchez, LOS INVENTOS DEL TBO


El TBO fue una revista de historietas cómicas, que se publicó durante casi setenta años, superando en ocasiones tiradas de cien mil ejemplares. Como referente del comic español tuvo tanta importancia que la RAE consagró el término “tebeo” para designar con carácter general a las publicaciones de su estilo. La revista contaba en tono de humor las hazañas de personajes que se hicieron muy célebres y tenía varios apartados, uno de ellos, tal vez el más seguido, fue el de “Los grandes inventos del TBO”, un prodigio de imaginación que recurría a la más sofisticada tecnología del momento para hacer inventos absurdos, como una máquina que ocupaba una enorme nave, llena de motores, canalizaciones y poleas, atendida por un centenar de obreros, pero que sólo servía para pelar una manzana.

Me he acordado del TBO y de sus inventos al leer la gran idea de la Consejería de Educación y Cultura que, al mismo tiempo que estudia prescindir de casi 700 interinos y mide las aulas –el tamaño sí importa- para meter en ellas a más alumnos, pretende que los jubilados retornen a los colegios como “profesores eméritos”, abriendo la puerta a la colaboración voluntaria del personal docente jubilado, para asesorar a los futuros maestros y mediar en los conflictos que  puedan surgir en los centros. Se aclara que la Secretaría General lleva desde el mes de enero trabajando para montar la gran maquinaria del invento. Lo extraño es que la Junta no desarrolle la idea con carácter general, porque igual que el “profesor emérito”, podían crear la figura del “emérito” entre los periodistas, administrativos, peluqueros, médicos, bomberos, políticos, abogados, secretarios generales… ¡Incluso la del “necio emérito”, para la que habría mucha competencia!

Lo  paradójico es que César Diez, que ocupa la Secretaría General donde se ha desarrollado la novelería, está jubilado desde hace dos años, pero no tiene vocación alguna de “emérito” y, salvo que demuestre lo contrario, cada mes cobra unos emolumentos que duplican largamente la nómina de los eméritos jubilados que retornen a las aulas “gratis et amore”. Vamos, lo del fraile perezoso: “Que dice el prior que bajéis a trabajar en el huerto que después tenemos que subir para almorzar” ¿Piensa el secretario general, maestro jubilado, alcanzar la condición de “emérito” conformándose con la nómina de su jubilación? Su renuncia posibilitaría la estabilidad laboral de algunos de los 700 interinos que van a ser despedidos. No cabe duda de que su dilatada experiencia fuera de las aulas serviría de guía a los maestros que quisieran iniciar una carrera profesional en la política. ¡Incluso al margen de las aulas!

Como ocurrencia está bien, una más, y hasta es posible que algún jubilado se preste a ser “emérrito” en el invento, ejerciendo de abuelo cebolleta o mediador entre partes, para finalmente alcanzar la condición de “estorbo emérito” antes de recreo, pero esto no deja de ser una enorme maquinaria, como las del TBO, salvo que al final no servirá ni para pelar una manzana. Como decía mi abuela Cornelia: “Anda hijo, deja que jueguen los niños, que mientras van y vienen se entretienen”.