jueves, 14 de enero de 2010

Desde Montánchez, ESPAÑA, BAJO CERO; ZETA, BAJO MÍNIMOS



Un país que se paraliza porque nieva tiene muchos problemas, y no son de infraestructuras: mentalidad. En vez de salir a la calle a luchar, mejor en casa; en vez de vencer las dificultades, mejor esperar a que salga el sol. Y los funcionarios públicos pidiendo a la gente que no coja el coche en vez de animarles a que, entre todos, salgamos de un simple temporal.

España no está bajo cero porque lo marque el termómetro, sino porque ha abandonado el espíritu de no arredrarse y de poner la cara al mal viento que llegue a ver quién gana.

País ridículo si se atemoriza por un temporal de dos días.

El que comienza el año político bajo mínimos es Zeta. Ya sabíamos aquí que era un incapaz, pero es que ahora se han enterado ahí fuera y nos empieza a dar una vergüenza de la leche. Lo más insólito es que se ha atrevido a pedir multas para los países que no cumplan con las reglas económicas de la UE —¡él!, que tiene las cifras como las tiene— y ha tenido que salir nada menos que Alemania —que sí las cumple— a decirle que menos lobos, caperucita.

Yo no sé qué le han metido en la cabeza con esto de la Presidencia de turno de la UE. ¿Pero qué se han creído? Hasta el secretario de Estado de la cosa ha tenido la cara de salir en mitad del Santiago Bernabéu a dar una patada al balón. ¿Era imprescindible? Y si lo era, ¿no tenían a personalidad más relevante?

Zeta no se esperaba que las encuestas le fueran tal mal, que la reacción internacional a su Presidencia fuera tan crítica y que la situación de España no saliera del área negativa. Lo soluciona anunciando que ya hemos salido de la recesión. Es el cuento de Pedrito y el lobo.

Al final, van a tener razón los que le recomendaron a Rajoy que se estuviera quieto, que sin hacer nada Zeta se iba a caer solito.


Desde luego, la impresión que empieza a dar es que a Zeta le quedan pocos telediarios.

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