domingo, 3 de octubre de 2010

Desde Montánchez,REFLEXIÓN PARA LA IZQUIERDA

El fracaso de la huelga general, con unos ciudadanos dispuestos a acudir a su puesto de trabajo frente a los sindicalistas —al mismo tiempo que denostaban la política económica del Gobierno socialista—, debe hacer reflexionar a la izquierda.

Llevaban treinta y cinco años con una hegemonía moral que les permitía hacer cualquier cosa sabiendo que contaban con la anuencia general. Ellos eran los de la libertad y la democracia, de modo que hicieran lo que hicieran se entendía en pro de la libertad y de la profundización en los derechos democráticos.

Pero el día 29 de septiembre la gente dijo “no”. La auctoritas de la izquierda de resquebrajó. Nadie duda de que la defensa de los derechos de los trabajadores sea imprescindible en nuestra sociedad, pero no a través de ese sindicalismo trasnochado; nadie duda de que los socialistas han contribuido al progreso de España, pero no este gobierno anclado en un izquierdismo radical anacrónico que sólo crea paro y desesperanza.

La izquierda debe reflexionar. Ya no es tan fácil salir a la calle y decir “soy de izquierdas” para ganarse un aplauso casi generalizado; ahora hay que demostrar que la izquierda tiene algo que decir en el siglo XXI.

Por primera vez la gente le ha dicho “no” a los planteamientos sindicalistas e izquierdistas porque esta sociedad ya no vive de politiquerías ni etiquetas vanas: la gente quiere hechos, eficacia, sensatez y empleo.

Nada de eso lo ofrece hoy la izquierda.

Tienen que reflexionar.




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